Mobile Marketing - II
Continuamos nuestra aventura plagadas de problemas por el mobile marketing. Cuando parecía que todo estaba dispuesto para funcionar, buenos terminales, buenos proyectos, la curiosidad de las grandes agencias por llegar a nuevos consumidores, apareció el gran problema, las teleoperadoras.
Muy bien, tenemos el producto perfecto, por ejemplo un juego súper chulo con mensajes de producto y una promoción para los ganadores. Ahora solo hace falta que el usuario se lo baje al móvil. Y es aquí donde empiezan los problemas, en su mayoría de conceptos. Normalmente hay que hacerlo a través de SMS, manda un sms y te descargas un juego, el mecanismo es fácil, pero con coste para el usuario. Aunque no sea un coste muy elevado, nos encontramos que hay usuarios que no quieren gastar por un producto promocional, con lo que perdemos clientes.
El otro problema puede venir del reparto de beneficios, y es que de las descargas de contenidos, quien más gana es la teleoperadora, quedándose con más del 50% de ganancias. Eso convirtió que muchos anunciantes no quisieran darle beneficios de sus campañas.
El tercer problema era la propiedad intelectual de los materiales. Muchas compañías ponen contenidos gratuitos en la web, desde imágenes, vídeos, etc y están deseosas de ver esos contenidos en los móviles de sus consumidores, pero al tener que pagar por descargarlos de una manera sencilla, entran en conflicto con los propietarios de la propiedad intelectual, ya que se estaría beneficiando un tercero. Imaginaros un videojuego, con sus personajes.
Si yo pongo un fondo de pantalla y alguien tiene que mandar un SMS por descargarlo, la teleoperadora se estará ganado dinero de una licencia y eso hace que el proyecto se pare. La solución es poner el contenido en la web y que el usuario se lo descargue, pero seamos sinceros, quien hace el “esfuerzo” de descargar un contenido publicitario. Hay que tener en cuenta que ciertos móviles están bloqueados.
¿Entonces que nos queda? El bluetooh, pero de eso hablaremos en otro post.
Muy bien, tenemos el producto perfecto, por ejemplo un juego súper chulo con mensajes de producto y una promoción para los ganadores. Ahora solo hace falta que el usuario se lo baje al móvil. Y es aquí donde empiezan los problemas, en su mayoría de conceptos. Normalmente hay que hacerlo a través de SMS, manda un sms y te descargas un juego, el mecanismo es fácil, pero con coste para el usuario. Aunque no sea un coste muy elevado, nos encontramos que hay usuarios que no quieren gastar por un producto promocional, con lo que perdemos clientes.
El otro problema puede venir del reparto de beneficios, y es que de las descargas de contenidos, quien más gana es la teleoperadora, quedándose con más del 50% de ganancias. Eso convirtió que muchos anunciantes no quisieran darle beneficios de sus campañas.
El tercer problema era la propiedad intelectual de los materiales. Muchas compañías ponen contenidos gratuitos en la web, desde imágenes, vídeos, etc y están deseosas de ver esos contenidos en los móviles de sus consumidores, pero al tener que pagar por descargarlos de una manera sencilla, entran en conflicto con los propietarios de la propiedad intelectual, ya que se estaría beneficiando un tercero. Imaginaros un videojuego, con sus personajes.
Si yo pongo un fondo de pantalla y alguien tiene que mandar un SMS por descargarlo, la teleoperadora se estará ganado dinero de una licencia y eso hace que el proyecto se pare. La solución es poner el contenido en la web y que el usuario se lo descargue, pero seamos sinceros, quien hace el “esfuerzo” de descargar un contenido publicitario. Hay que tener en cuenta que ciertos móviles están bloqueados.
¿Entonces que nos queda? El bluetooh, pero de eso hablaremos en otro post.
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